1. Les invitamos a asistir con mayor frecuencia al templo. Si ya están asistiendo una vez
al mes, que asistan con mayor frecuencia. Si tienen una recomendación vigente, pero
hace tiempo que no asisten, vayan ya y no dejen de ir. Si no tienen una recomendación
vigente, pongan sus vidas en orden y hablen con su obispo para obtener una—luego
vayan al templo con toda la frecuencia posible. Si gozan de buena salud y están en
posibilidades de dedicar parte de un día semanal al Señor en Su casa, expresen a su
obispo sus deseos de servir en el templo.
2. Les invitamos a estudiar las escrituras, como familia y como individuo, cada día hasta que llegue a ser un hábito. También les invitamos a empezar a leer el Libro de
Mormón y terminarlo antes de la conferencia general en Abril del 2010. Al lograrlo, el espíritu de ese libro penetrará sus corazones y sus hogares y gozarán de mayor paz,
amor, y tranquilidad. Sus hogares serán un refugio de las tentaciones y los peligros del
mundo.
3. Les invitamos a orar, como familia y como individuo, cada mañana y cada noche y con mayor fervor. Oren para que sus hijos sean protegidos de todos los males que están
alrededor de ellos; oren por la guía y la dirección del Espíritu Santo; oren por tener la
sabiduría y los dones del Espíritu que de seguro necesitarán para evitar y transitar por
todos los peligros y las tentaciones de este mundo. El Señor ha prometido, “y cualquier
cosa que pidáis al Padre en mi nombre, si es justo, creyendo que recibiréis, he aquí, os
será concedida” (3 Nefi 18:20).
4. Les invitamos a unirse con nosotros en ayunos especiales el primer Domingo de los
meses de Noviembre, Diciembre y Enero. Los propósitos específicos para estos ayunos
son los siguientes:
a. Que los oficiales del gobierno del país tengan la sabiduría de tomar las
decisiones correctas y apropiadas para el bienestar y la protección de la
población de México.
b. Que los miembros de la Iglesia tengan el deseo de ser obedientes a todos los
mandamientos de Dios y que tengan la determinación de cambiar sus vidas y
dedicarlas totalmente al Señor, recibiendo así la guía, la dirección y la
protección del Espíritu Santo en sus vidas diarias.
5. Les invitamos a que sientan en sus corazones un deseo de compartir lo que tienen con
aquellos que tienen menos. Que esos deseos se conviertan en donaciones generosas de ofrendas cada primer domingo del mes. Como bien lo dijo el rey Benjamín; “a fin de retener la remisión de vuestros pecados de día en día, para que andéis sin culpa ante Dios--,quisiera que de vuestros bienes dieseis al pobre, cada cual según lo que tuviere, tal como alimentar al hambriento, vestir al desnudo, visitar al enfermo, y ministrar
para su alivio, tanto espiritual como temporalmente, según sus necesidades” (Mosíah
4:26). 6. Les invitamos a compartir el evangelio con alguien que no lo conoce y traerlo a las
aguas bautismales y de buscar y traer de vuelta a la Iglesia a un miembro que ha
dejado de asistir—todo esto antes de la conferencia general en Abril del 2010.
6. Les invitamos a compartir el evangelio con alguien que no lo conoce y traerlo a las
aguas bautismales y de buscar y traer de vuelta a la Iglesia a un miembro que ha
dejado de asistir—todo esto antes de la conferencia general en Abril del 2010.
La Presidencia de Área