QUIÉREME…
Dices que me quieres, pero a veces no me
lo demuestras, No lo siento…
Al principio todo era distinto, hacías todo por mí, tú ímpetu
era increíble; ahora hay veces que no me
tomas en cuenta, no me das la seriedad que merezco.
Hay días en que pienso que ya no significo nada
para ti, que no te importo.
Tal vez, cuando ya no me tengas, me apreciaras por
todas las cosas que hice por ti. Soy responsable de
las bendiciones que han llegado a tu hogar, tu
familia, tu trabajo, tu persona, tu todo…
¡Y de muchas cosas más que recibiste!
Me he quedado callado y esperando para ver hasta
Cuando te darás cuenta de cuánto me necesitas,
Porque tú eres quien me necesitas.
Apréciame, cuídame y yo también te seguiré
Queriendo y apoyando.
Recuerda… Yo no te busqué, llegué a ti porque
alguien desde los cielos vio en ti las cualidades y
los talentos para estar conmigo
¡SOY TU LLAMAMIENTO!